Conocí a Kiala Manta hace poco menos de 8 meses. Fue en diciembre pasado a través de la visita que la Cooperativa Mbolo Moy Dole, de la que el propio Kiala es miembro y socio fundador, nos hizo al pueblo de Buñol. Fue un cúmulo de casualidades que no vienen al caso, lo que hizo que esta Cooperativa Integral formada en Migrapiés (grupo de trabajo sobre inmigración de la Asamblea del 15-M del madrileño Barrio de Lavapiés) acabara en nuestro pueblo. Yo ya sabía, gracias a un artículo publicado en La Marea, de la existencia de esta Cooperativa de personas migrantes, de ese nuevo cooperativismo que había (re)nacido al calor del movimiento del 15 de mayo. Aun así, aquel acto, fue todo un acierto y un enorme descubrimiento por muchos motivos.
Fundamentalmente y al margen del extraordinario proyecto de autoempleo que llevan a cabo, lo mejor de aquella bonita experiencia fue la oportunidad de conocer a un grupo de personas con una tremenda calidad humana, que ya quisiéramos para el mundo occidental tan desprovisto de ciertos valores, necesarios para salir adelante como ellos lo hacen. Entre esas personas estaba Kiala Manta, congoleño afincado en Madrid.
Desde el primer momento en que le vi, supe que era una persona especial. Suelo equivocarme poco cuando miro a los ojos a una persona y cruzo dos frases con ella, y en los ojos de Kiala vi bondad, empatía, cercanía y lo que es más importante, humanidad. Kiala, junto al resto de miembros de Mbolo Moy Dole, nos dio una increíble lección de superación, de amistad y de solidaridad. No recuerdo haber conocido a gente más agradecida y más humana que la gente de Mbolo.
Aquel 6 de diciembre, el acto de presentación de la Cooperativa terminó con la representación de una obrita de Microteatro, protagonizada por dos personas. Una de ellas era Kiala, quien hacía de él mismo, escenificando su duro periplo hacia nuestro país y las terribles cosas por las que ha tenido que pasar una vez llegó a tierras españolas. Recuerdo que además tuvo una interpretación extraordinaria, que habría firmado cualquier actor profesional. Supongo que cuando a uno le toca escenificar sus propias experiencias, la técnica dramática, la actuación, son innecesarias. Kiala no necesitaba interpretar. Estaba mostrándonos en el escenario por lo que había pasado, desde lo más profundo de su ser.
Mbolo Moy Dole y Kiala dejaron en nuestro pueblo, un recuerdo imborrable, una experiencia de dignidad, autosuperación y de generosidad, que nos cargó las pilas a tod@s l@s que pudimos compartir aquel día con ellos.
Por eso, cuando me enteré hace casi 3 semanas que Kiala, estaba a punto de entrar en prisión, no cabía en mi asombro. Hace 6 años, momento en el cual cometió aquel hurto por el cual se le condenó a 6 meses de prisión, su situación era más que desesperada. Cierto que no menos que la gran mayoría de inmigrantes sin papeles que, huyendo de la miseria y las guerras de sus países, llegan a uno como el nuestro, que los descarta cuales cartas en una partida de póker. Además, es del todo improbable que el Kiala que yo conocí hubiera agredido a ningún Guardia de Seguridad, ni a la policía durante su detención por aquel incidente. Cuando conoces a Kiala, te das cuenta desde el minuto 1, de que no es una persona agresiva, ni rencorosa, ni violenta. Lo más indignante del asunto, es que le acusan de haber agredido a las fuerzas de seguridad, cuando el que realmente recibió una paliza fue el propio Kiala. Es tremendo.
En un país, como España, donde reina la corrupción institucional y el saqueo indiscriminado de las arcas públicas a través del crimen organizado en las más altas esferas político-empresariales, quienes además gozan de una impunidad e inmunidad judicial absoluta, es una auténtica burla y una tremenda injusticia que una persona, por el mero hecho de ser inmigrante, negro y no tener papeles, acabe entre rejas por un hurto valorado en 150€, acusado además de atentado contra la «autoridad».
Afortunadamente para Kiala, su barrio, Lavapiés, le ha mostrado un cariño y un apoyo que ha conseguido aplazar esa entrada en prisión, y gracias también a las innumerables muestras de apoyo de cientos de vecinos, compañeros, colectivos, asociaciones y hasta el propio Ayuntamiento de Buñol, quien se prestó a apoyar institucionalmente a Kiala en estos momentos tan difíciles, es posible que evite la prisión si entre todas conseguimos reunir los 4500€ de multa que además le piden. ¡manda narices! En este país, la oligarquía se ha estado llevado el dinero público a manos llenas y NADIE ha pagado por ello (mucho menos se devuelve lo robado), y sin embargo Kiala, por intentar apropiarse de productos valorados en 150€, debe pagar con cárcel y con una indemnización 30 veces mayor de lo que iba a llevarse. Y es que en este país no es lo mismo ser político/empresario y robar de lo público, que ser pobre e inmigrante e intentar sustraer algo de una multinacional del sector privado. El capitalismo tiene estas cosas y lo engloba todo: racismo, clasismo, xenofóbia, corrupción…
En estas lineas quiero pedir abiertamente a todas aquellas personas que empaticen con los terribles problemas que afrontan a diario las personas migrantes, despojadas de derechos, desamparadas jurídicamente, discriminadas y en muchos casos sobrepasando los límites de la exclusión social, que apoyen las distintas campañas de apoyo a Kiala a través de las redes, y que exijan abiertamente su libertad o en su defecto, y si finalmente tuviera que entrar en prisión, el indulto para este congoleño, que hace años que está completa y absolutamente adaptado y reinsertado en el Barrio de Lavapiés. Sería una tremenda injusticia que Kiala tuviera que pagar de esa forma, un error que pertenece al pasado y que de ninguna manera merece ese castigo. Pidamos tod@s junt@s y en voz alta ¡¡¡#LibertadKiala!!!
Campaña de firmas en Oiga.me: https://oiga.me/campaigns/queremos-libre-a-nuestro-vecino-y-companero-kiala
CUENTA de DONACIONES A LA CAJA PARA AYUDAR E REUNIR LOS 4500€ de multa: Triodos Bank (Titular: Sabela Fondevila Estévez): ES27 1491 0001 2421 5525 0620. (Concepto: Apoyo a Kiala)
Kiala, durante la representación de JAUJAjaja en Buñol.